Después de tantos días tan lejos de nuestra casa, además de a nuestra gente, yo especialmente, echaba mucho de menos la playa, el mar. Y para nuestra sorpresa, ¡Toronto tiene playas! La verdad es que no tienen punto de comparación con las nuestras pues estas son de arena casi tierra y el supuesto mar es un lago. Pero para darnos un chapuzón y matar la morriña, fue genial :)
lunes, 11 de enero de 2010
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